Coloquialmente, se utiliza el término “envidia sana” como un eufemismo, poco afortunado, con el que se expresa la admiración o el deseo "sano" de tener la misma suerte que una persona que suele formar parte del circulo social próximo al envidioso.
En ocasiones escuchamos sobre "la envidia sana", sin embargo, éste es un sentimiento colmado de rencor y de malos deseos. Lo que sucede es que, en muchas ocasiones, para disminuir el efecto que la palabra "envidia" tiene, le solemos llamar "envidia sana", con el propósito de que no sea tomado como un sentimiento negativo hacia una persona, pero ¿realmente existe la envidia sana? o ¿simplemente se trata de una falsedad que se suele decir para quedar bien frente a otras personas?
Según filósofo español Miguel de Unamuno, “la envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual”. Si crees, o eres de los que opinan que la envidia “sana” existe, debes saber que ese sufrimiento secreto por el bien ajeno, que todos hemos sentido alguna vez y que nos ha traído más de una incomodidad, disgusto y dolor, siempre es pernicioso.
Los orígenes más destacado de este sentimiento negativo hacia los demás es la misma persona y su forma de ver las cosas en su vida. Generalmente, esta emoción surge debido a frustraciones personales, baja autoestima, o a la dificultad de poder conseguir objetivos que se han planteado en la vida. La inseguridad es otro de los factores que hace que se genere este estado de resentimiento.
Cuando a otras personas del entorno tienen una mejor condición de vida y esta situación no es aceptada, es allí cuando surge este sentimiento. El anhelar lo que los demás poseen o tener una vida similar a la de otros es una clara muestra de que la persona es insegura y egoísta. Este profundo sentimiento negativo generalmente lo podemos observar en nuestro grupo de "amigos", vemos a personas que nos rodean que no son capaces de disfrutar de los buenos momentos en la vida de otros.
¿Cómo podemos detectar si alguien nos tiene envidia?
- Algunas personas optan por imitar a quienes envidian en un intento por negar la frustración que esto les produce.
- Otras, al verse incapaces de alcanzar el mismo objetivo, se deprimen.
- Algunos individuos envidiosos critican, devalúan e, incluso, pueden llegar a castigar tanto física como psicológicamente al envidiado por su ventaja, inclusive, podrían eliminarlo, en casos extremos.
El envidioso desea normalmente acercarse al envidiado, ser reconocido por él, identificarse con él y sustituirlo".
¿Qué debemos hacer con la gente envidiosa?
Ignorarlos. No hay que olvidar que la envidia es un sentimiento que se pone en movimiento con la ambición, la rivalidad y la competencia y afecta los procesos de pensamiento, la actividad productiva, socava sentimientos como el amor, la ternura y la gratitud. En algunos casos también puede ser utilizada como un estímulo para competir y superarse. Una persona envidiosa busca hacer daño y recurren a la crítica destructiva.
En cambio, las personas que aprecian el trabajo y la felicidad de los demás, que tienen mayor paz espiritual y confianza en sí mismos, que se muestran tolerantes respecto a sus propias limitaciones, son personas que se presentan ante la vida con una mejor actitud y por lo tanto tienen mayor capacidad para amar, disfrutar y ser más felices al no ser envidiosos.
En mi opinión personal, la adjetivación de la palabra envidia con la palabra “sana” puede haber ayudado al mal uso de este término, y quizás con el gran afán de hacernos sentir mejor ante una situación en la que sentimos envidia, pero que sabemos que no es “políticamente correcta“. La envidia de por si no es sana bajo ninguna circunstancia. Para nada está bien visto sentir envidia de amistades, familiares, etc.; lo que debemos hacer es alegrarnos de lo que tienen.
Por último, 3 consejos:
- Recuerda que lo que pides es lo que recibes.
- Enfócate en crear vínculos positivos.
- No esperes nada de nadie.
¿Y tú, crees en la envidia sana?
Espero sus comentarios, opiniones y experiencias...
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Besos♡.